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| Portada novela romántica histórica |
Os dejo la sinopsis
Cuando lady Dulce Eden es presentada en sociedad, encuentra amigos que se esfuerzan en ayudarla a encontrar el marido más adecuado, pero ella pone los ojos en Dennis Wyle, un hombre cuyo corazón y bondad hacen tambalear su reputación y la de su familia, aunque en el fondo ama a la joven de castaño cabello y ojos claros.
¿Podrá el amor vencer las dificultades?
Alguien me dijo en cierta ocasión, que escribir novela romántica era escribir sobre chico ama a chica, se enamoran y se casan. Me entristeció aquella afirmación, pues la novela romántica es mucho más que eso, es contar una historia tan real, como la vida misma. Sí, es cierto, todas tienen un punto final muy feliz para los protagonistas, pero ese punto final es la esperanza que todos tenemos, y si alguien no la tiene, debería de buscarla, pues ¿qué es la vida sin esperanza? NADA.
Lo que yo escribo es novela romántica histórica. ¿Diferencia? Pues que me traslado a un pasado, a un tiempo que no he vivido, pero que me ha enamorado por alguna u otra razón.
La época victoriana es una época que me enamora en todos los sentidos, es una época tan maravillosa como triste, tan romántica como dura, tan hermosa como apagada. Blanco y negro se podría decir, pero es, además, un punto que tiene un aire de misterio, de intriga, de suspense que... Sí, las historias tienen un final feliz, pero con la época victoriana ¿cuál es ese final feliz?
En la historia en la cual estoy trabajando y que verá la luz en las próximas semanas, el poder, la traición, el amor, la curiosidad, la inocencia... Todo juega un papel importante, todo tiene un porque y un motivo. Aunque al principio, quise que fuera sólo un libro, lo cierto es que será una saga: la saga de Los Wyle.
